Informe de SINAE
En Uruguay hablamos de “ola” cuando las temperaturas extremas persisten por más de tres días consecutivos.
La persistencia de una sensación térmica elevada puede afectar nuestra salud. Existen cuidados generales para prevenir los riesgos asociados y recomendaciones específicas para actuar frente a casos de “exceso de calor” y “golpe de calor”.
Exceso de Calor.
El exceso de calor es la situación provocada por un anormal calentamiento del cuerpo en un período de tiempo relativamente breve.
Los síntomas son:
Calambres.
Agotamiento.
Dolor de cabeza.
Náuseas y/o vómitos.
Deshidratación, caracterizada por piel y boca secas, decaimiento, ojos hundidos y sed intensa.
Presión arterial baja y pulso rápido.
En caso de lactantes:
Llanto sin lágrimas.
Fontanela (mollera) hundida.
Si se identifican estos síntomas, se recomienda:
Permanecer en un lugar fresco y sombreado.
Tomar una ducha o refrescarse con paños húmedos y fríos en la cabeza, cuello, axilas y región inguinal.
Beber líquidos fríos.
Golpe de Calor.
El golpe de calor es la situación más extrema del exceso de calor.
Es un cuadro grave que se caracteriza por:
Temperatura corporal mayor a 40 grados.
Piel caliente y roja.
Inestabilidad al caminar.
Mareos.
Somnolencia, confusión, delirio o convulsiones.
En caso de presentar estos síntomas, solicitar atención médica urgente y mientras se aguarda la asistencia, tomar las siguientes medidas:
Colocar a la persona en un lugar fresco y sombreado.
Refrescar el cuerpo con paños húmedos y fríos.
Si la persona está consciente, colocarla con la cabeza más elevada que el resto del cuerpo y ofrecerle líquidos fríos.
Si la persona se encuentra inconsciente, colocarla de costado con piernas flexionadas.
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